LIBERTAD ABSOLUTA DE CONCIENCIA
Historia de la Francmasonería Femenina
La masonería centra su esfera de interés en el ámbito de la sociedad en la que se desenvuelve, alejada de utopías etéreas, es sensible, por tanto a las inquietudes y necesidades del mundo que nos rodea. Es ahí donde intenta sembrar sus ideales.
El desarrollo de la francmasonería está estrechamente relacionado con el desarrollo de la sociedad en su conjunto.
Las primeras logias fueron creadas por hombres y para hombres que trabajaban de acuerdo con hitos establecidos. desarrollo de la masonería liberal. Como dijo Frederic Desmond: “Dejemos que los teólogos discutan dogmas. Que las iglesias autoritarias formulen dogmas en sus sermones. Que la masonería sea lo que debe ser, es decir, un órgano abierto al progreso, a todas las ideas morales y a las altas aspiraciones, amplio y liberal. "
Y solo con el desarrollo de la ciencia y el progreso, a mediados del siglo XIX, las ideas de aceptar mujeres en la masonería comenzaron a promoverse activamente.Si las mujeres masonas anteriores fueron aceptadas en casos excepcionales, o en logias adaptadas, entonces ya en 1882 por Georges Martin y Maria Derazme, y gracias a la actividad de mujeres francesas, se creó la primera logia mixta. Las logias mixtas abrieron sus puertas a todas las personas progresistas y no solo no requerían creer en un Ser Supremo, sino que también abrieron sus puertas a todos los que fueran "justos, honestos y libres, mayores de edad, no juzgados y de buena disposición".
A principios del siglo XX comenzaron a aparecer las primeras logias femeninas ya mediados del siglo XX se anunció oficialmente el trabajo de la Gran Logia Femenina de Francia.
La Gran Logia de Mujeres de Francia reconoce el derecho a la libertad de conciencia para todos, defiende el carácter laico de la sociedad moderna en su conjunto y la igualdad de derechos de mujeres y hombres.
En el momento de la creación de las primeras logias inglesas y francesas, las mujeres a menudo tenían una posición dependiente, ya que el estado de la medicina, así como las ideas dogmáticas religiosas, ponían a la mujer en una posición dependiente, y una mujer no tenía la libertad. que le permitiera resolver en pie de igualdad las cuestiones de la esfera social, pudiera pronunciar legítimamente aquellas palabras que son el lema de la masonería: Libertad, Igualdad, Fraternidad.
Ahora las mujeres pueden decir estas palabras, y las primeras mujeres masonas de Francia jugaron un papel importante en esto, quienes, a pesar de las restricciones, lucharon por la actividad social. 1793), Anna Besant (1847-1933), Flora Tristan (1803-1844) , Louise Michel (1830-1905), Maria Bernard Leroy (1885-1960) y muchas otras mujeres francesas contribuyeron enormemente a la formación de la idea de la igualdad de la mujer.
Las fracmasonas y la masonería
Las masonas del mundo fueron a lo largo de los siglos arquitectas, constructoras, insurgentes, revolucionarias, emperatrices, reinas, amas de casa, artistas, sufragistas, filósofas, médicas, pedagogas, escritoras, políticas, juristas, periodistas, músicas, dramaturgas, enfermeras… Mujeres de todos los estatus, etnias y opciones sexuales que defendían y defienden ‘lo que une’ desechando ‘lo que separa’ con el único fin de ser mejores personas y poder así construir un mundo mejor, intercambiando experiencias y conocimientos para hacer progresar a la Humanidad entera.
Viajes de aprendizaje mutuo sin prejuicios establecidos, viajes de cultura y modernismo, de las costas americanas del norte y el sur hasta las islas célticas, el país franco, Iberia o las islas canarias.
Viajes de fraternidad, de libertad, de sororidad universales. Caminos que no fueron en absoluto fáciles como demuestra la historiografía e igualmente la realidad contemporánea: hubo exclusión de las mujeres. Sí, y aún hoy una de las ramas de la Masonería no las admite como miembros de pleno derecho.
Se conoce a los masones célebres pero no las mujeres masonas que hicieron posibles logros fundamentales y transformadores para el desarrollo de la Humanidad.
Desde los orígenes de la institución las mujeres formaron parte de ella, desde la denominada Masonería Operativa al nacimiento de la Masonería Especulativa (1717) ellas estuvieron presentes. De los gremios medievales con aprendices, compañeras y maestras de obras (Sabina de Steinbach o las obreras de las catedrales) a las burguesas salonnières francesas -conocidas como damas francmasonas adoptadas y dinamizadoras de la cultura- proclives a la mixité (Madame Helvetius, la duquesa de Borbón, la princesa de Lamballe o Josefina Bonaparte). De las insurgentes emancipadoras mexicanas (La Corregidora o Leona Vicario) a las revolucionarias francesas y sufragistas que clamaban Libertad, Igualdad y Fraternidad en la Bastilla. A las democrátas y simpatizantes socialistas; Clara Campoamor, Flora Tristán. De las masonas feministas del XIX (Flora Tristán abuela de Gauguin, pionera del internacionalismo y creadora del lema que posteriormente utilizaría Marx ‘Proletarios del mundo: uníos‘; la escritora Helena Petrovna Blavatsky maestra de Gandhi, Mondrian e inspiradora de Kandinsky, Paul Klee, Joyce, Einstein…; Teresita Garibaldi) a las escritoras norteamericanas Caroline y Laura Ingalls, “La Casa de la Pradera”.
Desde las logias integradas por mujeres en Sudamérica (las Hijas de Osiris en Argentina, Clorinda Mattos -directora del semanario El Perú Ilustrado-) a las pedagogas belgas, a la chilena inmortal Gabriela Mistral Premio Nobel de Literatura, en fin.