LIBERTAD ABSOLUTA DE CONCIENCIA
La masonería liberal
y la masonería regular
Es frecuente que se conciba la masonería como una organización única a nivel mundial, con una única estructura y orden para todos los francmasones del mundo. Nada más lejos de la realidad. La masonería es una institución profundamente diversa, con distintas tradiciones históricas, sociales, culturales, así como geográficas, etc.
Las dos tradiciones fundamentales de la masonería son la Liberal (también conocida como adogmática, de origen francés, continental o laica) y la Regular (anglosajona, tradicional, conservadora o teísta).
Expresamos a continuación las diferencias claves entre ambas tradiciones:
“La vida separa a los hombres. Para unir a los hombres se necesita un arte. Un medio de este arte, no el arte mismo, es la Masonería. Por tanto, la Masonería es el medio de un arte que se esfuerza en unir a los hombres separados por la vida, a fin de que puedan entrar en una nueva comunión unos con otros.”
Oscar Possner
La masonería liberal
La corriente que se denomina liberal o adogmática tiene su principal exponente mundial en el Gran Oriente de Francia. Es la corriente de mayor tradición en la Europa continental y a ella se adscriben muchas obediencias en todo el mundo, en especial en Iberoamérica, incluyendo en particular a las Grandes Logias femeninas y mixtas. No se basa en un estándar de regularidad establecido, sino que mantiene como referente el reconocimiento compartido de unos valores, modelos rituales y organizativos que por tradición se consideran esencialmente masónicos. Las organizaciones masónicas son soberanas para suscribir Tratados de Amistad y Mutuo Reconocimiento con otras organizaciones que comparten sus mismos valores y costumbres. Sus principales características son:
- El principio de libertad absoluta de conciencia. Admite entre sus miembros tanto a creyentes, ateos, agnósticos, etc. y el juramento o promesa puede realizarse, según las logias, sobre el libro de la ley (las constituciones de la orden) o sobre un Volumen de la Ley Sagrada, en ambos casos junto a la escuadra y el compás.
- El reconocimiento del carácter regular de la iniciación femenina, las obediencias pueden ser masculinas, mixtas o femeninas.
- El debate de las ideas y la participación social. Las logias debaten libremente incluso sobre cuestiones relacionadas con la religión o la política, siempre de manera no partidista o confesional, y frecuentemente se posicionan institucionalmente sobre cuestiones relacionadas con aspectos sociales relevantes, fundamentalmente en relación a la defensa de los Derechos Humanos y los valores de Libertad, Igualdad, Fraternidad y Laicidad.
La masonería regular
de tradición
La corriente que se denomina regular o anglosajona está encabezada por la Gran Logia Unida de Inglaterra y a ella se adscriben también las Grandes Logias de Escocia e Irlanda, buena parte de los EE.UU., los países de la Commonwealth, Iberoamérica y parte de la Europa continental, sobretodo en el norte. Se basan en el mantenimiento de la literalidad de la tradición masónica del siglo XVIII y en particular del texto de las Constituciones de Anderson y los dictados de la Gran Logia Unida de Inglaterra, que estableció a principios del siglo XX unos criterios de regularidad que deben cumplir las organizaciones masónicas que quieran ser reconocidas en esta tradición. Los elementos fundamentales en que se basan son los siguientes:
La creencia de sus miembros en un Ser superior y su voluntad revelada, como un requisito imprescindible para la iniciación masónica. No se admiten, por tanto, a ateos o a aquellos que no suscriban la existencia de un principio superior.
El juramento o promesa debe realizarse sobre el llamado Volumen de la Ley Sagrada, generalmente la Biblia u otro libro considerado sagrado (el Corán, la Torá, etc). La presencia de este Volumen de la Ley Sagrada, la escuadra y el compás son imprescindibles en la logia.
Están expresamente prohibidas las discusiones sobre política y religión, así como el posicionamiento institucional sobre estos aspectos.
No se reconoce la iniciación masónica femenina ni se aceptan las relaciones diplomáticas masónicas con las logias que admitan mujeres entre sus miembros ni con las que no cumplan con sus criterios de regularidad anteriormente citados.
La Francmasonería, institución esencialmente filantrópica, filosófica y progresiva, tiene por objeto la búsqueda de la verdad, el estudio de la ética y la practica de la solidaridad; y trabaja por el mejoramiento material y moral de la humanidad. Tiene como principio la tolerancia mutua, el respecto a los demás y de uno mismo, y la absoluta libertad de conciencia. Considerando que las condiciones metafísicas y religiosas son del dominio exclusivo de la apreciación de cada individuo rechaza cualquier afirmación dogmática. Tiene por divisa: Libertad, Igualdad, Fraternidad. Cada Francmasón interpretará la invocación al Gran Arquitecto del Universo según le dicte su conciencia con el mayor respeto hacia las diferentes interpretaciones y hacia los Hermanos que las sustentan.”
Gran Oriente de Francia: Esta Obediencia es el mayor exponente de la tradición liberal en el mundo, y tiene logias fuera de las fronteras francesas, sobretodo en Europa. Uno de sus valores fundacionales es la Laicidad.
Las organizaciones masónicas liberales están abiertas a relacionarse con todas las Obediencias del mundo y a colaborar con todas ellas, respetando las tradiciones respectivas. Pese a que no existan relaciones diplomáticas formales entre las obediencias regulares y las liberales, por expreso deseo de las primeras, los masones a nivel particular mantienen relaciones de fraternidad y mutuo reconocimiento con todos aquellos masones que hayan sido debidamente iniciados y otorgados sus grados, con independencia de la tradición masónica a la que se adscriban o la Obediencia bajo la que trabajen. La Fraternidad masónica siempre está por encima de cualquier diferencia, ya que así la masonería puede continuar siendo el centro de unión y medio para establecer amistad entre personas que, de otro modo, habrían permanecido distanciadas entre sí para siempre. (Constituciones de Anderson, 1723).
(*) Masoneria Vigo.